Tierra del
corazón
En donde se
entretejen
los hilos
sagrados del agua,
allí donde
el torrente
se vuelve
rio rodante
de piedras
blancas
y la montaña
un camino ancestral.
Allí donde
nace el viento
entre nieves
blancas
y baja
jugando entre las hondonadas,
en las
quebradas rusticas del tiempo,
rompiendo el
eterno silencio
en las rocas
que acaricia,
en las
tuscas y las jarillas
que bailan a
su compás.
Allí donde
la tierra acaricia
al cielo de
cristal azul,
donde se
descuelgan las estrellas
y el sol
parece vivir,
donde la
luna se acuna
meciéndose
en las cimas.
Allí donde anidan las aves
colgadas en
el vacío profundo
donde el
espacio se acongoja
ante tanta
soledad
que se
abastece de tiempo y espera
donde nada
parece pasar
pero todo
ocurre.
Allí donde
se recuesta el atardecer
sobre la
cordillera
y las nubes
son globos rojos;
tanta inmensidad se platea de noche
llenándose
de mariposas blancas
y luces
infinitas con alas
que
chapotean en la espesura salvaje.
Allí donde
surge la vida
donde todo
nace y muere
donde la
mano de Dios
pinta tal
belleza
está por
siempre
la tierra de
mi corazón.
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